En logística se utiliza el vocablo INLAND al referirse al transporte que se realiza previo o posterior a un transporte marítimo contenedorizado y en comercio exterior se utiliza el término INLAND para expresar el recorrido que realiza el transporte interior desde el almacén del exportador a la terminal del aeropuerto o hasta el almacén del importador.
Estos términos en sus sutiles acepciones, denotan que el transporte terrestre es el motor principal en el traslado de mercancías, convirtiéndose en una de las actividades logísticas de mayor relevancia en el multimodalismo. Así mismo, es el modo de transporte más antiguo que requiere de infraestructuras viales entre países y propicia, por un lado, la integración social en diferentes ámbitos geográficos y por el otro, la satisfacción de las exigencias del mercado que requiere de materias primas o productos terminados a fin de compensar las necesidades del colectivo.
Así como el transporte marítimo es una demanda derivada del comercio, el transporte terrestre no queda exento a esta afirmación, ya que los medios utilizados para trasladar mercancías presentan la ventaja, entre otras, de adaptar el medio a la carga que se va a transportar y esto se evidencia en los camiones que se utilizaron en el traslado de los componentes del Airbus A380, que si bien es cierto que esta logística contempló un despliegue de los diferentes modos de transporte, no es menos cierto que el transporte terrestre tuvo un papel preponderante al recorrer 240 km mediante un convoy de 2000 metros de largo conformado por un total de seis conjuntos de trailers y vehículos particulares que tuvieron la responsabilidad de entregar las piezas del avión para su ensamblaje.
Este hecho tan significativo, así como el comercio y la sociedad demuestran que dependemos de la eficiencia de los diferentes modos de transporte siendo el transporte terrestre el medio que acerca esos bienes y personas a la población.
