Por MSc Diamaris Silva
La
complejidad constituye un nuevo paradigma de las ciencias cuyo enfoque es
producto de un nuevo paradigma nacido en la postmodernidad. Este enfoque, ha
permitido a las ciencias sociales entender que todo proceso cambia y se adecúa
a nuevos patrones, conjugando el caos y la auto-organización que los procesos
sociales contienen, a través de la acción continua entre la estabilidad, la
desestabilidad y el regreso a la estabilidad, siendo ciclos que se repiten.
Es
por ello, que para estudiar una realidad se debe ir, no solo desde lo más
simple a lo más complejo, sino desde el espacio más amplio se pueden ver las
partes y a veces el todo precede las partes, pareciera que una realidad no
puede ser entendida solamente desde un sentido sino desde la forma más
compleja, correlacionando saberes y tomando en consideración la retroalimentación
que de ella deriva.
A
partir de esta afirmación se aprecia, según Rozo Gauta (2005), que la
organización es el lugar en el cual está la clave para entender lo sistémico en
la complejidad del pensamiento, esto se traduce en un marco cambiante de
relaciones entre directivos y trabajadores del conocimiento; entre clientes y
proveedores; entre la sociedad la cual sirve y entre el pasado y el futuro. Para
Morín, las organizaciones son más que la suma de sus partes y se basan en la
auto-eco-organización y la autorreferencialidad, por lo que, las organizaciones
deben ser capaces de adaptarse a los constantes cambios que el contexto actual,
complejo y turbulento, demanda.
En
este contexto, el futuro demanda diseños de organizaciones pensantes, con
capacidad de aprendizaje, donde se rescate el humanismo y se realce el trabajo
en equipo estructurado. Así mismo, se requiere de instituciones capaces de
organizar y reorganizarse a sí mismos para tratar con las contingencias que han
de resolver, que presenten Sistemas Adaptativos Complejos, con características
coevolucionarias que dependan del aprendizaje del sistema. (León R. y otros,
2003)
Actualmente
la gerencia está caracterizada por el azar, la incertidumbre, el riesgo, las eventualidades
y los constantes cambios. La toma de decisiones de los gerentes o responsables
de las organizaciones no debe estar basada solamente en aspectos técnicos y científicos,
ni tampoco en la razón, sino basada en una visión más socio–técnica, en la cual
la creatividad y los conocimientos técnicos y empíricos que brota del personal
de la organización, bien canalizada y orientada, pueda brindar soluciones
oportunas a las situaciones que se presentan en el entorno.
https://www.goodrebels.com/es/lego-cuusoo-construyendo-la-innovacion-con-el-cliente/
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